“Esto del digital me coge mayor. Si tuviera veinte años menos, seguro que me metía de lleno en este mundo, pero lo cierto es que me da pereza, algo de miedo y sobre todo, vivo muy bien con mi trabajo y no tengo motivos para cambiar”. Esta confesión me la hizo en su despacho el director de marketing de una importante empresa hace unas semanas. — La sorpresa no es tanto lo que dice sino la sinceridad con la que lo hace. Desde hace unos años me encuentro a muchos directivos de empresas y agencias que, instalados en sus cómodas sillas, su tarjeta de visita con un cargo rimbombante, con su secretaria, su equipo, el reconocimiento…